5/19/2011

LOS PUNTOS SOBRE LAS IES…

                                       Plausible decisión…
                                          -Por José Angel Sánchez López-


Una acertada decisión, desde nuestro muy particular punto de vista y que creo coincide con muchas, muchísimas opiniones, es la tomada por el Gobernador Mario López Valdez en contra de la indiscriminada difusión de la llamada narcomúsica o narcocorrido que no es otra cosa que apología del delito.

La advertencia de que el gobierno del Estado cancelará las licencias de alcoholes a los bares, discotecas, antros, cantinas o como quiera usted llamarlos, es terminante y no debe de haber marcha atrás.

Ya en años anteriores se había hecho la lucha por sacar ese tipo de música de la programación de la estaciones radiodifusoras.

En su administración, el entonces gobernador Francisco Labastida Ochoa solicito a los concesionarios de las estaciones de radio de Sinaloa que retiraran esa música de sus programaciones.

Y lo hicieron, nada mas que, en cuanto salió Labastida varias estaciones volvieron a lanzar al aire los narcocorridos que, gracias a la escasa cultura y ausencia de valores morales en los programas educativos tienen mucha demanda en las nuevas generaciones.

En años recientes, por decisión de la delegación de la Cámara de la Industria de Radio y Televisión se retiraron de nuevo los narcocorridos, pero a las pocas semanas algunas estaciones los volvieron a subir al aire.

Pero mientras el narcocorrido entraba y salía por las ondas hertzianas, algunos compositores seguían escribiendo las “hazañas” de los narcos, los grupos musicales continuaban difundiéndolos y agarrando fama y dinero por interpretarlos, las rockolas de las cantinas repletas de esas canciones, los comerciantes establecidos y piratas vendiendo los discos, y no solo las
camionetonas, sino también los vehículos de transporte público tocándolas a todo volumen.

Ese tipo de música no es sino una subcultura de la violencia.

De ninguna manera podemos identificarla como una forma de cultura.

Su contenido constituye una verdadera apología de la delincuencia.

La letra de esas canciones, la forma como la interpretan los grupos y conjuntos provocan una reacción enervante en los parroquianos que están ingiriendo bebidas alcohólicas.

Hay quienes bajo los humos etílicos llegan a identificarse con los personajes del narcocorrido y de ahí devienen actos de violencia.

Mas grave aún la letra de esos narcocorridos penetra en las mentes de niños y jóvenes creándoles la idea de que esos personajes son una especie de héroes.

Mas grave todavía, les hacen creer que en el narcotráfico el dinero llega fácil y que con él hay que disfrutar de la vida… aunque ésta sea corta.

La medida anunciada por el Gobernador es de reconocerse por la sociedad, una sociedad que hoy vive inmersa en el terror provocado por la violencia del narcotráfico.

Claro, hay voces disidentes: los grupos musicales que han hecho de ese tipo de música su modus vivendi.

Para algunos de esos grupos, excelente modus vivendi pues los narcos que los contratan y aquellos a los que les cantan sus “corridos” pagan muy bien.

En el narcotráfico, en la interpretación del narcocorrido hay grupos que se han elevado a la fama y al dinero fácil.

Ahí tenemos a Los Tigres del Norte o Los Tukanes de Tijuana, por citar un pequeño ejemplo.

Pero son muchas las agrupaciones musicales que gozan de fama y dinero por interpretar ese tipo de música.

Bien por esa decisión, señor Gobernador y ojalá y la medida se extienda a los vehículos de servicio público.

Al que le guste esa “música” que la toque en privado, en su casa, pero ¡por favor!, que no ponga la elegía al delincuente al oído de sus hijos menores.


Comentarios y sugerencias a: sanlop2408@hotmail.com
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