LOS PUNTOS SOBRE LAS IES

            El voto ciudadano decidió…

                                        - José Angel Sánchez López -

No tratéis de guiar al que pretende elegir por sí su propio camino.
                                    William Shakespeare

Sucedió lo que desde el arranque del proceso electoral se advertía como inminente ante la resistencia de quienes por un lado pretendían que el PAN continuara gobernando a México y los que veían en el mesianismo de su candidato el camino mejor para el país, imponiéndose la decisión razonada de la mayoría de los electores que cumplieron con su obligación de acudir a las urnas el domingo pasado.

Tal y como se venía proyectando desde meses atrás el candidato de la coalición PRI-PVEM Enrique Peña Nieto es ya el virtual ganador de la contienda por la Presidencia de la República.

Habrá que anotar también que se cumplieron las expectativas del IFE con la participación de poco mas del 60% de los ciudadanos que aparecen en las listas nominales, es decir, aquellos que estaban en capacidad de ejercer su derecho al voto.

El PAN, que hace seis años fue considerado por la mayoría de los votantes como la opción de cambio para mejorar el rumbo del país en esta ocasión pagó las consecuencias de una serie de errores.

Hace seis años, pese a los devaneos de la “pareja presidencial” y la corrupción de familiares y amigos la ciudadanía determinó, por muy ligero margen (0.5%) darle otra oportunidad al PAN y se decidió por Felipe Calderón Hinojosa que le ganó por décimas a Andrés Manuel López Obrador.

Pero las promesas de Calderón de crear mas empleos, abatir la pobreza resultaron todo lo contrario, pues ni hubo crecimiento real del empleo, los salarios por los suelos, los precios de los básicos por las nubes y, lo peor, la guerra sin inteligencia contra la delincuencia organizada que provocó el
crecimiento desmesurado de la ola de violencia que ya cobra mas de 60 mil muertos a lo largo y ancho de México.

A ello hay que agregarle los problemas al interior del mismo partido del Presidente que repercutieron en una campaña fallida en la que la víctima fue su candidata, Josefina Vázquez Mota.

Por el otro lado, Andrés Manuel López Obrador insistió en su ambición de ser ahora si el Presidente legítimo para despachar y cobrar en Los Pinos y Palacio Nacional.

Regresó a la palestra tratando de presento una nueva imagen. Un nuevo discurso planteando la construcción de una “república amorosa”, pero la sombra del 2006 no lo soltó y ahí está de nuevo, renegando y desconociendo a las instituciones, mandándolas al diablo y movilizando, por lo pronto, a turbas de jóvenes al borde de la enajenación.

Sin embargo, en la campaña no siempre pudo mantener la imagen de ecuanimidad, le salió en varias ocasiones su intransigencia que acabó de surgir la noche del domingo cuando advirtió que “todavía no está dicha la última palabra” y afirmó que tiene información diferente a la que se estaba dando de manera oficial por el Consejero Presidente del IFE.

Es decir, no reconoce la derrota, ni el documento que firmó junto con sus otros contendientes.

Las cifras del conteo rápido que ha revelado el PREP del IFE y que están siendo confirmadas en la revisión de actas y paquetes electorales son contundentes. Al momento de escribir estas líneas, cuando está a punto de concluir el cómputo de las elecciones de Presidentes se mantenía el margen de ventaja de 7 puntos a favor de Enrique Peña Nieto sobre Andrés Manuel López Obrador, 7 puntos que representan algo así como 3 millones de votos. Tendencia irreversible que ubica a Enrique Peña Nieto como el virtual Presidente electo de México.

La ciudadanía decidió con su voto que Presidente y que proyecto de nación quiere. Un ejercicio plenamente democrático.

La mayoría de los votantes consideró mejor proyecto el de Peña Nieto, quien dedicó toda su campaña a plantear proyectos y firmar compromisos con la ciudadanía de cada u7no de las entidades de la República.

No cayó en el juego de las descalificaciones ni la confrontación.

Lo golpearon, trataron de descalificarlo, le lanzaron a grupos de jóvenes para que promovieran el voto en su contra y a favor de AMLO, pero el mexiquense los dejó correr y se dedicó a lo suyo. A conquistar la simpatía popular con una campaña limpia, transparente y de compromiso.

Hoy, insisto, no debe haber vencedores ni vencidos.

Que la cordura se imponga sobre la intolerancia y prevalezca el orden y el respeto a la decisión de la mayoría de los votantes.
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Julio 5/2012