4/14/2011

LOS PUNTOS SOBRE LAS IES…

Calderón elude responsabilidades
-Por José Angel Sánchez López-


Mientras hasta los niños sinaloenses se suman a las demandas de una sociedad harta de la violencia y lanzan sus propias voces clamando por la paz perdida, el Presidente Felipe Calderón la pide a la ciudadanía que el ¡ya basta! lo dirijan a los criminales.

Una manera fácil de eludir la gran responsabilidad que Felipe Calderón tiene como Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, de darle al país, a todos sus ciudadanos, la seguridad y la tranquilidad a que tienen derecho.

Cuando México votó y la mayoría de los votos emitidos le permitió al panista michoacano llegar a la Presidencia, él asumió la responsabilidad de gobernar con justicia y procurar para los mexicanos mejores condiciones de vida, una de ellas, tan importante como la del empleo que tampoco ha cumplido, es la seguridad.

Envuelto en la nube de ascender al máximo puesto público del país al Presidente Calderón se le hizo fácil tratar de cumplir uno de sus compromisos de campaña: declararle la guerra al narcotráfico.

Y la declaró, lanzó al Ejército a las calles y caminos de México en una lucha frontal, pero carente de inteligencia, contra diferentes grupos del narcotráfico generador de la violencia que hoy nos envuelve.

Se le olvidó o no supo el Presidente que toda guerra, o toda lucha, toda acción debe de contar con las tareas de inteligencia previas para conocer al enemigo, quien es, cual es su fuerza y cuales sus puntos débiles.

Los resultados los estamos viendo día con día: crímenes y más crímenes.

En un principio, el Presidente y sus áreas civiles de seguridad trataron de justificar resultados, hablando y difundiendo “logros” que, si bien es cierto se han obtenido con la captura de algunos cabecillas y jefes de segundo o tercer
nivel, también lo es que con la caída de esos capos no se han abatido los índices de violencia.

Por el contrario, se han disparado por todo el país!

Ahora, quizá molesto por los reclamos que a cada rato se le hacen y las demandas de dar un ¡ya basta! a la oleada criminal que como tsunami lleva oleadas de sangre por casi todo el territorio nacional, le tira la bola a la ciudadanía.

El martes, en una reunión celebrada en Torreón, Coahuila, con empresarios de la CANACO de la comarca lagunera, Felipe Calderón demandó que la condena y el “¡Ya Basta! colectivo y nacional sea en contra de los criminales y no hacia quienes los combaten.

Ante más de un centenar de empresarios laguneros, Calderón Hinojosa expresó que “No debemos confundirnos, ellos son los enemigos, los que secuestran y asesinan, no los que combaten a quien secuestra y asesina. Ellos son los enemigos, los que asaltan, roban y envenenan a los jóvenes, no quienes los combaten”

Son palabras textuales de un Felipe Calderón que se mostró molesto por los reclamos, y con esa demanda de que la sociedad reclame y exija a los criminales que ya le paren, el Presidente demuestra nada mas y nada menos su intolerancia y su impotencia para cumplir lo que es no solo una demanda de todos los mexicanos sino su plena responsabilidad atender.

Quizá no le falte algo de razón, en cuanto a que la sociedad tiene que hacer su parte, que no puede ir mas allá de cuidar el entorno familiar y evitar que la delincuencia la contamine y envuelva.

Pero es a la autoridad a la que la sociedad debe de exigir que actúe, y que actúe con eficiencia para frenar a la delincuencia.

El Presidente es el primer mandatario de la nación y por mandatario debe entender (porque así es el significado de la palabra) que está ahí para atender lo que el mandante, que es el ciudadano, ordena o exige.

No tiene porqué pasarle la pelota a la sociedad y menos exigirle que sea ella la que demande a los criminales que ya detengan su sangrienta carrera.

Los cárteles de la droga son los responsables del cáncer que corroe las entrañas de la sociedad mexicana, y la responsabilidad de frenarlos es de las autoridades, muy especialmente las federales que son las responsables de hacer cumplir la ley y se supone tienen la fuerza para hacerlo.

Lamentablemente por un lado la lucha emprendida por órdenes de Calderón no ha tenido la inteligencia necesaria y por el otro, los otros niveles de autoridad a los que compete perseguir y castigar a los delincuentes están invadidos por la corrupción.

Esa es la realidad y el Presidente debe entenderla, y cumplir con su responsabilidad… que para eso se le paga!

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Abril 15/11

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