LOS PUNTOS SOBRE LAS IES

                Ernesto Alvarez Nolasco

                                                 - José Angel Sánchez López –

El hombre que se levanta es aún más grande que el que no ha caído.
                                                Concepción Arenal

Se fue como el quería: en su casa, en su ciudad Ahome, al lado de su esposa Felisa y algunos de sus hijos.

Hombre de carácter firme, forjado en las letras del periodismo de ayer, del periodismo auténtico, el de investigación profunda, claridad y certeza en sus escritos.

Forjado ideológicamente bajo la tutela de quien fuera su gran amigo: Jesús Reyes Heroles de quien fue amigo, alumno y colaborador.

Cumplió sus mas caros anhelos, uno de ellos tras una espera de poco mas de dos décadas: la Presidencia Municipal de Ahome.

Honesto, claro, amante de la educación y las artes.

Así fue don Ernesto Alvarez Nolasco, el ahomepolitano, como el mismo se autonombraba, fallecido el sábado 14.

Iniciado en el periodismo de fondo en la revista Siempre de José Pages Llergo, por allá a fines de los 50´s regresó a Los Mochis como Director de El Diario de El Fuerte.

Sería mas adelante, Jefe de la Oficina Federal de Hacienda, dirigente estatal de la CNOP, Diputado federal, pero siempre su objetivo era la Alcaldía ahomense.

En 1965, cuando Carlos Alberto Madrazo llevó a cabo su intento por democratizar al PRI se presentó la ocasión, pero se le atravesó Fidel Velázquez empujado por Alfonso G. Calderón, en ese entonces Alcalde de Ahome quien le recordó a mandamás de la CTM que Alvarez Nolasco le había dedicado sendos artículos críticos en Siempre.

Y la CTM propuso e impulsó a Canuto Ibarra Guerrero, que en desigual elección interna enterró las aspiraciones del ahomense que hubo de
regresarse a México en donde años después lo encontramos al lado de Reyes Heroles en la Secretaría de Gobernación.

Es hasta 1986 cuando regresa a Sinaloa al lado de Francisco Labastida Ochoa y se cumple su viejo anhelo: la Presidencia Municipal.

Como alcalde en el trienio 1987-1989, fue un Presidente honesto, como fue siempre su conducta, enérgico en sus decisiones y claro en sus expresiones.

Se caracterizó en su administración, como un decidido impulsor de las artes, la educación y desarrollo del municipio. Fue creador de la Biblioteca Pública Morelos y con ella inició la Red Municipal de Bibliotecas en Ahome. Construyó el Mercado Cuauhtémoc para sacar a los puesteros del centro.

Hombre de altibajos en la política, supo soportar l as derrotas y luchó para superarlas.

Hombre de apasionado amor por su tierra natal, hablaba de la Villa de Ahome como ciudad Ahome, ahomepolis y la presumía sus raíces, la belleza de su pueblo.

Quiso pasar sus últimos años en su tierra, ahí quiso morir y ser enterrado. Y se cumplieron sus deseos.

A lo largo de su carrera hizo amigos, algunos de ellos fieles hasta lo último.

Heriberto Galindo Quiñones fue uno de sus discípulos en el arte de la política. Fiel a su amistad, cada vez que venía al norte de Sinaloa la visita era obligada. Mas aun, en ocasiones venia exclusivamente a visitarlo.

Otro amigo fiel que, si bien no se hizo a su lado también abrevó parte de su legado político es Francisco Javier Luna Beltrán.

Cultivó amistad con grandes personajes de la política y de las artes. Presidentes de la República como Adolfo López Mateos, por citar uno, David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, entre otros.

Priista de buena cepa jamás renegó de su partido, aun cuando no estaba de acuerdo en algunas decisiones políticas.

De sus libros el primero editado en 1956 “Flor y Espina de Sinaloa” y el último “Historia Mínima del PRI, Luces y Sombras de quien quiere retornar a Palacio Nacional” 2009.

Periodista, Político y escritor deja a su familia y amigos un legado de honestidad, de limpia trayectoria.

A su esposa doña Felisa, a sus hijos Gabriela, Ernesto, Cosme, Felisa y Juan Cristóbal nuestras sinceras condolencias.

Descanse en Paz don Ernesto.
Septiembre 19/2013