12/10/2013

LOS PUNTOS SOBRE LAS IES

              Avance o retroceso…?

                                     - José Angel Sánchez López –

Dos cosas contribuyen a avanzar:
ir más de prisa que los otros o ir por el buen camino.
                                     René Descartes

Aprobada la reforma política electoral es proclamada por sus autores y algunos sectores como la modernización del sistema político-electoral de México, un gran avance democrático, etc., etc.

Sin embargo, a juicio de no pocos, entre ellos el que esto escribe, dichas reformas constitucionales plantean avances pero también retrocesos en algunos aspectos, como el caso específico la sustitución del IFE por el Instituto Nacional Electoral (INE) y prácticamente la desaparición de la autonomía de los órganos electorales estatales con la concentración de las decisiones y la operación de los procesos en las entidades del pacto federal.

Volvemos al centralismo pues.

La reforma constitucional aprobada presenta un nuevo marco en el sistema electoral mexicano, al aprobarse entre otras cosas la reelección de senadores y diputados y la obligatoriedad de los Estados para que legislen en sus propias constituciones y se aplique ese sistema en lo que se refiere a alcaldes y diputados locales.

Un aspecto positivo, indudablemente, si lo vemos desde el punto de vista netamente democrático, pero que no deja de poner en manos de los partidos y sus liderazgos la repostulación de los legisladores.

Es positivo si, que aquellos legisladores que cumplan con el electorado, que respondan a la confianza que se les otorgó en las urnas, puedan continuar en sus posiciones a través de la reelección, hasta por un periodo mas de seis años mas en el caso de los Senadores y hasta por tres mas los diputados federales que podrían llegar así a permanecer doce años en el cargo.

El pero aquí es: ¿quien decidirá si van a la reelección…?

Obviamente que los partidos o coaliciones que los postularon para la primera, pues no se configuró la figura de plebiscito y a la ciudadanía,
como siempre le quedará solo ratificación de la decisión partidista en las urnas.

Mas aun, queda abierta la puerta para que un Diputado, cumplidos sus cuatro periodos en la Cámara baja, pueda saltar a la alta, es decir, buscar otra docena de años en el Senado y viceversa, los Senadores brincar a la de Diputados para otros doce años.

¿No huele a una especie de dictaduras…?

Claro, quedaría la opción de que la ciudadanía se faje y rechace las imposiciones no justificadas, pero….

En cuanto a los Estados, la reforma plantea que las entidades, además de aprobar en sus Congresos la reforma constitucional, proceda a adecuar sus propias Constituciones para incluir la reelección hasta por un periodo más tanto para Alcaldes como para Diputados locales.

Ah!, pero los actuales legisladores no podrán beneficiarse con estas reformas, ya que entran en vigor, para diputados en el 2015, es decir, los diputados que sean electos en ese proceso si podrán aspirara a la reelección, pero los Senadores hasta el 2018. Ninguno de los actuales podrá beneficiarse con estas reformas.

Aunque faltan las leyes reglamentarias que deberán expedirse a principios del 2014, pero ya se avizora lo que se viene. Si me equivoco, que me corrijan y lo publico.

Por cuanto al INE, este será integrado por 11 consejeros seleccionados por una comisión integrada por representantes de la Cámara de Diputados, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública (IFAI) y serán electos por la Cámara de Diputados, pero si ésta rebasa los tiempos, la Suprema Corte de Justicia de la Nación los nombrará.

En cuanto a los órganos electorales estatales, el nuevo INE elegirá a los consejeros y será el responsable de los comicios en todo el país, auxiliándose de los institutos estatales.

Ah!, pero señala la reforma que, si se detecta que en la entidad de la que se trate existe intromisión de los gobiernos o se generan condiciones de inequidad, el INE podrá atraer la organización de ese proceso electoral y hacer a un lado al instituto local.

La reforma sube al 3% en lugar del 2 el mínimo de votación para que los partidos minoritarios mantengan su registro y también define más claramente causales de nulidad de elecciones.

Una reforma interesante, sin duda representa avance importante, pero deja dudas, sobre todo en lo que observamos como un retroceso en cuanto a la centralización que pasa sobre el pacto federal, vulnera la soberanía de los Estados y de los electores de cada entidad.

Y como estamos en época de modernización y romper tabúes, de paso acaba el apotegma maderista plasmado en el Plan de San Luis: Sufragio Efectivo. No reelección.

Nomás faltó la reelección de Presidente y Gobernadores.

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