Por el surco

Tregua en el campo
- José Angel Sánchez López -

La promesa del gobierno del Estado hecha por conducto del Secretario local de Agricultura, Juan Nicasio Guerra, de llevar la demanda de los productores sinaloenses ante el gobierno federal en busca de bajar los 10 mil millones de pesos etiquetados en el acuerdo de la Cámara Baja del Congreso de la Unión a gestión de los legisladores sinaloenses, motivó una tregua en las movilizaciones acordadas por los productores.

Una tregua de una semana, a cuyo término la contenida efervescencia provocada por la desesperación de los productores habrá de surgir con una serie de movilizaciones a lo largo y ancho de los valles de Sinaloa.

Hay la esperanza de que en la anunciada visita que este martes haría a Sinaloa, allá en lo alto de la serranía, el Presidente Felipe Calderón para supervisar los avances del Puente sobre el río Baluarte sea aprovechada por el Gobernador López Valdez para insistir en la demanda de los productores.

Aunque, hay que decirlo también, por la simulación que ha mostrado Calderón ante la catástrofe del campo sinaloense y otras siete entidades entre los productores no hay muchas ilusiones de que ahora si haya respuesta real y contundente.

Y es que ya lo hemos señalado en varias ocasiones las “ayudas” que ha traído Calderón en sus dos visitas anteriores han sido mas de palabra que de hechos y si bien algunos Secretarios y titulares de otras dependencias federales han venido con apoyos, ante la magnitud del desastre que provocaron las heladas de Febrero, son meros paliativos equivalentes a aspirinas ante las complicaciones de una fiebre.

El Presidente Calderón debe entender y el Gobernador López Valdez, al margen del agradecimiento que le deba por haberle prestado la bandera del PAN para hacerlo candidato y apoyarlo para que ganara la gubernatura, debe

de decírselo con firmeza: la situación no solo del agro, sino de la economía en general de Sinaloa, están en riesgo.

Si bien es cierto hay resiembras o muchas tierras se derivaron a otros cultivos, también lo es que los resultados para los agricultores no serán los mismos.

En el caso de las resiembras de maíz, éstas se hicieron casi al límite del período ideal para alcanzar buenas cosechas.

Ese cultivo estará expuesto a otros fenómenos naturales, como es el cambio del clima y la posibilidad de que se presentes lluvias antes de la cosecha y provoquen enfermedades fungosas.

Y, si la cosecha se logra, los rendimientos por hectárea no serán los mismos, bajarán.

Y en el caso de las siembras de sorgo en los terrenos que tenían maíz, la inversión que se hizo en éste, definitivamente se perdió.

Mermas y pérdidas no permitirán que los productores cubran los compromisos de financiamientos o repongan sus gastos directos.

Ello repercutirá en otros renglones de la economía que dependen básicamente de la derrama que deja la agricultura.

Pero, vamos a ver si la tregua pactada valió la pena con la respuesta que se necesita de parte del gobierno federal.

O si habrá que recurrir, otra vez, a la toma de carreteras, casetas de peaje, edificios públicos y hasta la incorporación de otros sectores de la ciudadanía en las movilizaciones para que las demandas tengan respuesta real.

                                                        sanlop2408@hotmail.com