5/02/2013

LOS PUNTOS SOBRE LAS IES


                         Ley antichapulines…

                                                          - José Angel Sánchez López -

Debe ser muy grande el placer que proporciona el gobernar,
puesto que son tantos los que aspiran a hacerlo.
                                                                                 Voltaire

Desde hace muchos años ha sido común que en cada renovación de poderes, ya sean locales o federales, funcionarios electos por el voto ciudadano abandonen los puestos para ir en busca de otros que les permitan continuar viviendo del presupuesto.

En cada campaña electoral, ya sea para elegir diputados locales o federales, alcaldes, regidores y hasta Gobernadores, vemos a esos ciudadanos dispuestos al “sacrificio” haciendo visitas domiciliarias, presidiendo reuniones sectoriales, foros de consulta y concentraciones ciudadanas, pidiendo el voto para llegar a una posición desde donde presuntamente trabajarán por mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía.

Se supone que los puestos de elección popular son irrenunciables, pero para eso se inventaron las “licencias” que permiten a los “sacrificados” gestores del bien común abandonar una posición para ir en busca de otra mejor o que les permitan continuar viviendo del erario.

Así vemos a un diputado local o federal que solicita licencia y deja su posición para lanzarse en busca de una presidencia municipal, que un regidor o Síndico Procurador haga lo mismo para ir en pos de otro puesto de elección o que un alcalde abandone su responsabilidad para buscar convertirse en diputado.

En fin, hay una variable de ecuaciones, no matemáticas ni algebráicas, que pueden armar nuestros geniales políticos para obtener resultados favorables, y un especialista en esta materia lo es indudablemente Alejandro Higuera Osuna, el político noreño que posee récord en saltos de un puesto a otro en la jaula política sinaloense.

Viene el tema a raíz del inusitado caso que acaba de registrarse en Sinaloa cuando casi 130 servidores públicos renuncian o se licencian para lanzarse en busca de candidaturas.

El caso de servidores públicos por designación no es tan grave, salvo la calentura política que los lleva a correr de un lado a otro para convertirse en servidores electos por voto popular aunque sea de regidores. No llegaron a sus puestos por el voto ciudadano sino por sus relaciones políticas, de amiguismo o compadrazgo.

Grave, muy grave en el caso de los que hace unos meses hicieron campaña, ofrecieron al electorado servirles desde los puestos a donde iban y juraron solemnemente cumplir y hacer cumplir la constitución y las leyes que de ella emanan.

En este caso se ubican los 23 diputados locales, 2 federales, cuatro alcaldes (al quinto, a Zenén Xóchihua no lo dejaron y se quedó suspirando por la diputación), 2 síndicos procuradores y por lo menos una docena de regidores que si incumplieron el compromiso con la ciudadanía que les dio el voto por inercia o por confiar en ellos.

Entre esos “licenciados” hay varios reincidentes, es decir, personajes que no es la primera vez que abandonan los puestos para los que fueron electos y se lanzan en busca de otro sin haber cumplido con el anterior.

Hay algunos que hace tres años fueron electos para ir al Congreso local, el año pasado abandonaron sus cargos para brincar al Congreso de la Unión, dos, Francisca Elena Corrales y Blas Rubio Lara a la Cámara baja y uno, Francisco Salvador López Brito al Senado.

De ellos, Rubio Lara “calentó” apenas siete meses su curul federal pide licencia y ahora busca la candidatura del PRI a la alcaldía guasavense. Dos licencias en menos de tres años.

Pero quien tiene la marca digna del libro “Guinness”, es sin duda Alejandro Higuera Osuna poseedor del récord chapulinesco.

Ha sido diputado local en dos ocasiones (1989-1992 y 2007-2010), llegó a regidor plurinominal (1993-1995), diputado federal dos veces (LVI legislatura 1994-1997 a donde llegó por la vía plurinominal pues perdió la de mayoría ante el cetemista Manuel Meléndez Franco y en la LIX 2003-2005 a la que si arribó por la vía de mayoría), y Presidente Municipal tres veces (1999-2001, 2005-2007 y 2011-2013).

En ninguna de todas esas ocasiones a terminado el período para el que fue electo, pues ha venido saltando de un puesto a otro.

Hoy Higuera Osuna va por la superación de su récord, pues se enfila tranquilamente hacia su tercera diputación local, la que no piensa concluir, pues ya tiene la mira puesta en el 2016.

Si bien es cierto que hay políticos que asumen su responsabilidad y la cumplen ante sus electores y buscan hacer carrera lanzándose en busca de otra oportunidad, también lo es que hay otros que solo piensan en sus ambiciones personales y usan al ciudadano como un mero instrumento generador de votos.

Por ello, creo que ya es necesario modificar nuestra legislación para obligar a todo funcionario electo a cumplir, y con eficiencia, el período para el que es electo.

Hace falta una Ley antichapulines que ponga freno a aquellos que en cada elección saltan de un puesto a otro o, mejor dicho, de una liana a otra como changos mecateros… con el perdón de los simios!

No lo cree usted, amigo(a) lector(a)?

Pero… ¿habrá quien se atreva a legislar en este sentido…?

Escúchenos de lunes a viernes a las 14.00 hrs. en la Mesa de Análisis de Radio Variedades OIR (740AM y 96.5FM y www.radiogrupooir.com/variedades/)

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