EDITORIAL

                       IMSS deshumanizado

La suspensión del servicio de un camión especial para el traslado de pacientes niños con deficiencias motoras y las respuestas que ante los cuestionamientos dio el Delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social, Humberto Rice García muestran en toda su potencia la deshumanización cada día mayor de funcionarios de la institución y las fallas cada día mas graves que existen en la prestación de los diversos servicios a los derechohabientes.

El Instituto ha venido de más a menos desde hace varios años.

La población derechohabiente ha crecido, se ha multiplicado al correr de los años, no así la infraestructura física y humana.

Hay, en las diferentes clínicas y hospitales verdaderos profesionales de la medicina y el servicio social que se esfuerzan mas allá de la responsabilidad laboral, anteponiendo a ella su profesionalismo y humanismo.

No todos, pero los hay.

Sin embargo, en contraposición las clínicas y hospitales ya resultan insuficientes.

En los pasillos de urgencias es muy común que se acumulen pacientes graves porque no hay camas disponibles en los hospitales. Además, se sobresatura esa área con pacientes que ante una dolencia y síntoma de enfermedad acuden ahí porque para lograr consulta con el médico familiar tiene que madrugar para hacer fila esperando que abran las puertas de las clínicas y luego, a ver si alcanzan ficha.

En las farmacias del instituto es común la falta de medicamentos, pero el señor Delegado afirma que hay una “satisfacción” del 98% lo cual es totalmente falso.

Los elevadores de algunas clínicas se descomponen con frecuencia y tardan días para su reparación, mientras cientos de pacientes minusválidos o de muy avanzada edad tienen que ser recetados a distancia por sus médicos.

Ahora se presenta el problema del camioncito, cuyo servicio es suspendido por el señor Delegado argumentando que “hacían mal uso de él”, lo cual, de ser cierto, no sería culpa de los derechohabientes, en todo caso es responsabilidad del personal de la institución que va al frente de los grupos de traslado.

Falso también que cuando algunos derechohabientes del grupo de traslado se desocupan no esperan el camioncito y se regresan en autobús teniendo que pagarles el pasaje. ¡Otra falsedad!

El colmo de la prepotencia y meimportamadrismo del señor Delegado es su expresión a los reporteros (hay grabaciones) en el sentido de que “no tendrán consideración con los niños que estaban reclamando el transporte de nuevo, porque después tendrían que hacer lo mismo con otros” y el reto a quienes han denunciado que reciben mal trato en los camiones comerciales a “que lo denuncien personalmente con él”.

Seguramente los derechohabientes maltratados e inconformes de Los Mochis van a hacer viaje especial a Culiacán para ver si los reciben, o los de Mazatlán esperarán el fin de semana a ver si va para entrevistarlo.

Hoy el señor Delegado Rice confirma que a los pacientes que tengan que viajar fuera de su ciudad se les pagará el pasaje en camiones de ruta.

Los boletos de autobús quizá para paciente y acompañante, pero ¿y el traslado de la terminal a la clínica y viceversa… también?

¿Cómo los 23 pesos que se entregan como “viáticos” para alimentación del paciente y acompañante que tienen que salir casi de madrugada y regresar por la tarde..?

¿23 pesos para los alimentos de dos..? ¡Ni para las tortas!

Y además, o sobre todo, el caso de los minusválidos… ¿Qué suban al autobús de pasajeros a como puedan…?

Respecto a los malos tratos, el Delegado del Seguro Social dice que para mejorar el servicio se están impartiendo al personal un curso de calidad y calidez y asegura que él ya lo recibió.

Con esa actitud que asumió al responder a los cuestionamientos sobre la cancelación del servicio de autobús el señor Rice muestra para que sirven dichos cursos. ¿O lo recibió pero no lo asimiló?

La realidad que nos muestra la actitud de este funcionario es que el IMSS lejos de servir con calidad y calidez se está volviendo más inhumano.