No son 60, son mas de 90… mil!
- José Angel Sánchez López -La estadística es una ciencia según la cual
todas las mentiras se tornan cuadros
Pitigrilli
Hace unos días se dio a conocer que ninguna de las áreas del gobierno federal daría a la publicidad mas cifras sobre el número de víctimas de la violencia recrudecida a partir de la guerra sin inteligencia desatada por el presidente Felipe Calderón desde el inicio de su gobierno en diciembre del 2006.
Extraoficialmente se ha venido hablando de que la cifra de muertes violentas en ejecuciones y enfrentamientos de sicarios con las fuerzas armadas y policiacas rebasaba ya los 50,000.
Se ha hablado de que pueden pasar de los 60,000.
Unos meses atrás el Secretario de Defensa estadounidense, León Panetta, een el marco de la primera Reunión Trilateral de Ministros de Defensa de Norteamérica, celebrada en Canadá declaró que la cifra andaba por los 150,000.
De inmediato el gobierno mexicano respondió aclarando que la cifra correspondía a las víctimas de la violencia en todos los países de toda Latinoamérica y aseguraba que en los primeros 9 meses de 2011 la cifra mortal en nuestro país era de 12,903 muertos, cuando, como veremos mas adelante era y fue mucho mayor.
El INEGI acaba de revelar estadísticas basadas en datos de los registros civiles y agencias del ministerio público del país, cifras que revelan cómo los índices de homicidios han venido creciendo año con año hasta alcanzar un total de 95,632 homicidios del 2007 al 2011. Y falta todavía lo que se está acumulando en el año que corre, último del mandato calderonista.
Son las cifras del INEGI, son oficiales y si bien pueden incluir homicidios culposos, es decir, imprudenciales o accidentales, estos representan un porcentaje mínimo que podría andar en el 10%, lo que bajaría el total de
muertos en la ola de violencia que ha venido azotando al país durante el gobierno calderonista, a una cifra fatal de mas de 80,000 asesinatos.
Veamos como ha venido creciendo la cifra de homicidios (violentos y culposos) a lo largo del sexenio de Felipe Calderón:
En el 2007 fueron 8,867, en el 2008 14,006, en el 2009 19,803, en el 2010 25,757 y el año pasado 27,199. Como la violencia no ha sido contenida y al parecer lleva el mismo ritmo, este año podría cerrar con cerca de 30,000 víctimas y el sexenio con un total de alrededor de 120,000.
Es decir, como puede apreciarse en las cifras, insisto, son del INEGI, lejos de abatirse los índices violentos han venido al alza a lo largo de estos seis años.
Por lo que se refiere a los Estados, Sinaloa se ubica en el cuarto lugar entre las entidades con más homicidios. Chihuahua acumula 18,347, Estado de México 11,148, Guerrero 8,395, Sinaloa 7,531, seguido por el Distrito Federal con 5,751, Baja California con 5,733, Jalisco con 4,740, Michoacán con 4,724 y Nuevo León con 4,159.
En el caso de Sinaloa, las cifras del INEGI revelan que en el 2007 se cometieron 398 homicidios, 824 en el 2008, 1435 en el 2009, 2423 en el 2010, año en que las cifras se dispararon en todos los Estados asolados por la ola violenta, mientras que en el 2011 la cifra bajó a 1988, con relación al año precedente, para totalizar 7,068 homicidios en lo que va del gobierno calderonista.
Habría que hacer notar que mientras que en Sinaloa la cifra bajó el año pasado, hubo fuertes repuntes en Nuevo León, Guerrero y Estado de México.
Las causas de descensos y repuntes obedecen fundamentalmente a las estrategias bélicas de los grupos del narcotráfico que han demostrado mejores estrategias que las de la guerra desatada por Felipe Calderón para combatirlos, así como al uso de jóvenes desorientados, algunos de ellos menores de edad, envenenados por las drogas y el dinero supuestamente fácil, que son lanzados a realizar ejecuciones y enfrentarse a quien sea sin temor, de hecho decididos a todo.
Y aunque el Presidente Calderón se empeña en asegurar y hasta presumir de los “resultados positivos” del combate al narcotráfico y sus secuelas, la
realidad es que el señor lanzó al ejército a una lucha frontal, sin estrategias previas, sin la logística adecuada para atacar el problema desde su raíz y en sus flancos mas débiles: el flujo de dinero y armas.
Las fronteras siguen abiertas para que entren armas, municiones y dólares.
Las armas circulan por calles, caminos y carreteras en manos de los sicarios y las que han sido aseguradas en enfrentamientos y cateos representan un mínimo porcentaje en relación a las que siguen circulando y entrando al país.
Los dólares del narcotráfico se lavan en casas de cambio, en diversos negocios que brotan de la noche a la mañana y hasta en las calles del centro de Culiacán se ofertan libremente.
Concluyendo, la “guerra de Calderón” no le ha hecho prácticamente nada al narco. Ha sido un fracaso. Equivocó el procedimiento.
La lucha debe realizarse si, pero con inteligencia.
Pero mientras Estados Unidos siga siendo el principal mercado consumidor de drogas y en México no se ataque con inteligencia ese problema, seguiremos viviendo la pesadilla de la violencia.
PD Con un afectuoso saludo hasta Ensenada a mi amigo Raúl Organista Ruiz, ex Director de la Opinión de LA y mas atrás reportero de El Debate de Los Mochis…
Opiniones, comentarios o sugerencias a: sanlop2408@hotmail.com. Esta columna la encuentra también en el blog: http://www.lospuntossobrelasiesdejasl.blogspot.com/, y también en www.historianews.com, http://latalacha.com.mx/, www.amanecersinaloa.com/, http://www.criticapolitica.mx/7798, http://www.contraversion.com.mx/, www.snn.com.mx/, www.losintocablesdejuacer.com/
Agosto 24/2012
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