EDITORIAL ASI ES LA POLITICA

                Equidad, pero con lo mejor

La aprobación de la iniciativa de equidad de género 60-40 aprobada por el Congreso del Estado de Sinaloa, en la práctica no representará precisamente la apertura para que los partidos otorguen mas oportunidades de candidaturas a las mujeres toda vez que no se aplicará en todas las posiciones a disputar en los procesos electorales y tiene candados.

En efecto, la salvedad de la aplicación de los porcentajes de género está en las candidaturas que surjan de un proceso interno democrático.

Algunos de los partidos políticos, sobre todo el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional han venido aplicando procesos internos para la selección de sus candidatos a Alcaldes y Diputados.

Dos de los procedimientos son de corte democrático, es decir se elige a los candidatos en asambleas de Consejo Político o en procesos abiertos a las bases. Esto en los casos de candidaturas a Presidentes Municipales y Diputados, en lo que se refiere a elecciones locales.

El otro procedimiento es el de designación directa por los mandos nacionales de los institutos políticos, en el que si tendrían que ajustarse al proceso de equidad recientemente aprobado por la legislatura local.

Quedan libres para la aplicación de los porcentajes aprobados las designaciones de candidatos a las regidurías que no entran en los primeros dos sistemas mencionados y son decisiones de las dirigencias.

Ahora bien, la iniciativa aprobada planteó una equidad de 60-40 que son los porcentajes vigentes para los procesos federales y en la mayoría de las entidades, sigue representando una discriminación de género si se toma en cuenta que la población de mujeres es ligeramente mayor que la de los hombres, 51 y 49 por ciento respectivamente.

Lo justo y razonable hubiese sido que demandaran y se les concediera esa igualdad que tanto defienden quienes encabezan las luchas femeninas y que muchísimos varones les reconocen.

Cuando surge la posibilidad de mayores accesos a algunos de los puestos de elección popular y siguen luchando por mayores oportunidades en el desempeño de puestos en el servicio público (en la actividad privada ya luchan y en algunos casos hasta superan a los varones en puestos de diversos niveles) se despiertan las ambiciones de damas que se han venido caracterizando, igual que muchos varones, por buscar posiciones no para servir a la sociedad ni a su género, sino para servirse de ellos.

Casos hay muchos de mujeres que llegan a puestos de dirigencia sectorial o grupal solo para atraer reflectores y buscar prebendas, pero poco o nada hacen por las luchas de sus compañeras.

Las hay que alcanzan diputaciones y regidurías desde donde buscan acomodar en puestos públicos a parientes o amistades, y hasta concesiones para hacer negocio.

Claro que también, como en toda regla hay excepciones, llegan a esos puestos mujeres que cumplen con la sociedad, ya sea con tareas de gestoría y apoyos o luchando por mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos. Hay que reconocérselo.

Aunque también habría que mencionar que en muchos casos del género masculino llegan a posiciones políticas sujetos impreparados, líderes corruptos, chambistas y hasta merolicos.

Consideramos que hoy que habrá mas oportunidades para la mujer, los partidos deben tener cuidado con los perfiles de las y los aspirantes a los puestos de elección popular.

Dar la oportunidad de candidaturas a quienes realmente sean garantía de trabajo político, que vayan a los Ayuntamientos y al Congreso quienes tengan aptitudes, capacidad para un buen desempeño y no se conviertan las posiciones en cuotas para liderazgos de vivales.

Mas mujeres al Congreso y a las regidurías, si, es positivo. Pero que vayan las mejores.

Y que también se aplique la regla de aptitudes y honestidad a los varones y evitar que lleguen al poder sujetos que van a vender sus votos a cambio de prebendas, comisiones, dinero, viajes, contratos, etc.

Equidad o igualdad, pero con lo mejor de cada género.