Los Puntos Sobre las Íes

                            Catón regresa…

                                                    - José Angel Sánchez López -

Los sabios aprenden más de los tontos que los tontos de los sabios.
                                         Catón

No me refiero al político y militar romano Marco Porcio Catón, Catón El Viejo, El Censor, ni tampoco al brillante intelectual coahuilense Armando Fuentes Aguirre, no, sino a sus émulos de la actualidad que erigiéndose en modernos censores pretenden dirigir las políticas de información y editorial de los medios de comunicación.

Catón, durante su época como censor en el antiguo imperio romano ejerció su labor con energía investigando y censurando tanto a militares como políticos, especialmente escrutando las conductas de candidatos a honores públicos.

Nada mas que aquel Catón, además de excelente estratega militar, era inteligente y de hábil y candente oratoria.

En la era moderna no han faltado personajes que pretendan erigirse en modernos catones, aun cuando disten mucho en capacidad e inteligencia del original censor romano.

En estos días que corren han surgido nuevos “catones” que pretenden acallar las voces de comunicadores que, ejerciendo el derecho inalienable a la libertad de pensamiento y el derecho constitucional a la libre expresión, exponen sus criterios respecto a conductas y actos de gobernantes de diferentes niveles.

Y así, como en su época Catón soltó aquella frase Ceterum censeo Carthaginem esse delendam que traducido al español quiere decir además opino que Cartago debe ser destruida, hoy los émulos de aquel pretenden destruir a quienes critican a sus jefes cerrándoles tribunas.

¿O son sus jefes los que les ordenan eso…?

Para no ir muy lejos, en el Ayuntamiento de Ahome la dirección de Comunicación Social ha clasificado a los comunicadores por grupos.

Así tenemos el “G8” compuesto por un grupo de periodistas favorecidos con estímulos desde económicos hasta viajes vacacionales o de paseo y otros, a cambio de que utilicen espacios y tiempos de los medios donde trabajan hablando bien del Alcalde y su gobierno.

Otro grupo es calificado como “los pasables”, aquellos considerados por el “comunicador” municipal como no muy afines pero medio controlables.

Y el tercero, el de los inexistentes, los que no son del agrado del comunicador municipal o sus jefes y son ignorados con información y entrevistas.

En este grupo hay también “indeseables”, a los que se ha buscado cerrar espacios y tiempos en los medios donde laboran o colaboran presionando a los directores a través de la cancelación de convenios de publicidad o negativa rotunda a establecerlos.

A cambio de la reanudación o establecimiento de convenios publicitarios se ha demandado la salida de los periodistas “incómodos”.

Los modernos catones que, insisto, están muy lejos de tener la inteligencia de Catón el Viejo, hoy pretenden una prensa servil que oculte errores, desviaciones y la soberbia de una autoridad que se olvida o ignora que no es absoluta y que debe de rendir cuentas, que debe ser ejecutora de los mandatos del pueblo que los eligió y debe gobernar de frente y con transparencia.

Si hay medios y comunicadores que se venden al mejor postor, aun quedan medios y periodistas cuyo pensamiento y actuar no están a la venta.

Ah! Si Catón viviera en estos tiempos, los primeros fustigados serían sus burdos imitadores….!
Septiembre/2012