EDITORIAL

                            Nuevos horizontes

Enrique Peña Nieto realiza esta semana su segunda gira internacional ya en su calidad de Presidente electo de los Estados Unidos Mexicanos.

Primero fue a centro y Sudamérica en donde se reunió y cambió impresiones con los Presidentes y empresarios de Guatemala, Colombia, Brasil, Chile, Argentina y Perú y este segundo viaje al extranjero agenda visitas a Alemania, España, Francia y el Reino Unido (Gran Bretaña e Irlanda). Posteriormente está contemplado otro viaje para visitar otros países de América del Sur.

Estos viajes no se tratan de meros acercamientos de cortesía para con esos países, sino de ir retomando una relación no solo de amistad sino también comercial, de intercambios académicos y culturales, abordándose también temas sobre ciencia, tecnología, energéticos, inversiones, etc.

Bien lo dijo Peña Nieto cuando concluía su gira por Centro y Sudamérica, que ante el escenario de retos y desafíos que vive el mundo, es el momento y la oportunidad de aprovechar todo el potencial de los países hermanos y lograr una sociedad más justa e igualitaria.

Entendemos que el contenido de ese mensaje se refería no solo a nuestro México, sino en y con los del resto del mundo.

México fue durante varios años el líder de los países latinoamericanos, liderazgo que se ha venido diluyendo sobre en los dos últimos sexenios, sobre todo a partir de los desencuentros diplomáticos de Vicente Fox.

Hoy, las relaciones con los países de América Latina, si bien no son malas tampoco son las ideales e inclusive hay problemas comerciales con algunos, como el caso de Argentina, Venezuela y Brasil.

México necesita retomar con fuerza esas relaciones, pero también volver sus ojos comerciales hacia el resto de América, a los nuevos gigantes asiáticos y a la Unión Europea.

Hoy mas que nunca, cuando prácticamente nuestros exportadores, sobre todos los agrícolas dependen del mercado norteamericano y están sujetos a una serie de amenazas y boicots al antojo de sus competidores del vecino país que quieren sacarlos del mercado cuando sus producciones son buenas y ven la oportunidad de obtener el control absoluto del mercado para vender a los mejores precios, sin competencia.

Mas de tres décadas de boicot al atún mexicano, acusaciones periódicas de dumping contra el tomate, años de boicot al aguacate, amenazas contra nuestro mango, etc.

México ya no puede, no debe depender exclusivamente de un mercado sujeto a caprichos de los competidores y la protección que a ellos otorga su gobierno.

El Tratado de libre Comercio con Estados Unidos y Canadá es óptimo para el vecino del norte, pero no para México.

Por ello nuestro país debe volver los ojos al resto del mundo, buscar mercados alternos y entrar a ellos.

Hoy que los medios de comunicación y transportación acortan tiempos y con ello distancias, con nuevas tecnologías para la conservación de perecederos, es más factible llegar a los países asiáticos que hoy tiene economías fuertes, o a los de la Unión Europea que si bien pasan por momentos difíciles en las economías de algunos, son mercados de mayor oportunidad que el de los Estados Unidos.

De ahí la importancia de estos acercamientos que está buscando el futuro Presidente de México.

Buscar nuevos y mejores mercados para nuestros productos a través de mejores relaciones diplomáticas, es la mejor alternativa para dejar de depender exclusivamente de una relación caprichosa con los Estados Unidos.

Y al mismo tiempo que se establecen o restablecen mejores canales de comunicación diplomática y comercial, encaminar a México a retomar el liderazgo que una vez ya tuvo.

Ese es otro de los retos del próximo Presidente de México y con estos viajes que realiza aún antes de asumir el poder está adelantando el camino.